Vitamina D, alimentación y embarazo
Junio es el mes Internacional de la fertilidad, a propuesta de la American Fertility Association. La infertilidad afecta al 15% de las parejas españolas, y la vitamina D puede tener un papel clave tanto en mujeres embarazadas como en las que quieren estarlo.
La vitamina D, ¿qué es?
La vitamina D es una vitamina muy conocida por su función en la absorción del calcio, tan necesario en la mineralización de los huesos. Pero, además, también está implicada en procesos inmunes y tiene un papel relevante en la fertilidad y el embarazo.
Hay dos tipos de vitamina D: la D2 y la D3.
- Vitamina D2 (Ergocalciferol): La producen hongos y plantas, y la adquirimos mediante la dieta.
- Vitamina D3 (Colecalficerol): Se produce directamente por el propio organismo, y también la adquirimos de fuentes animales.
Fuentes de la vitamina D:
- Exposición solar: La exposición a los rayos UV induce la síntesis de vitamina D por el propio organismo. Se estima que aproximadamente el 90% de la vitamina D que obtenemos procede de este proceso. Por lo tanto, tomar el sol de forma moderada es positivo para lasalud . No obstante, existen diferentes factores, como el uso de protectores solares, la vestimenta o la época del año en la que estemos que limitan la producción de vitamina D.
- Dieta: Los alimentos que llevan más vitamina D de forma natural son los pescados grasos, como la caballa, el atún o el salmón y los aceites de hígado de pescado. El huevo, los lácteos y los champiñones también, aunque en menor cantidad. Según los datos del estudio ANIBES, se estima que el 88 de la población española, no consume las cantidades necesarias de vitamina D diarias. Como resultado, cada vez se presentan nuevos alimentos que han sido enriquecidos con vitamina D de forma artificial, como la leche, las bebidas de soja o la margarina.
Aunque hay enfermedades relacionadas con el déficit de vitamina D, como la celiaquía, las enfermedades hepáticas o la obesidad, también se puede presentar déficit de vitamina D, aunque no se tenga ninguna enfermedad.
Vitamina D y embarazo
- Hay diversos estudios que relacionan el déficit de vitamina D con embarazos con mayor riesgo de preclamsia, infecciones, alteraciones vasculares de la placenta, diabetes gestacional o partos prematuros.
- También se ha comprobado que los niveles de vitamina D durante el embarazo son mucho más elevados. Aunque no se conoce con exactitud el motivo, una de las teorías más aceptadas es que la vitamina D participa en la respuesta inmune del feto en relación al cuerpo de la madre. Por ello, es muy importante que la futura mamá tenga niveles adecuados de vitamina D.
- También esta deficiencia puede repercutir en la salud futura del recién nacido. Por ejemplo, puede afectar al tamaño de bebé en el momento de nacer, a tener un mayor riesgo a sufrir alergias o a que tenga una menor Densidad Mineral Ósea.
Vitamina D y fertilidad
El déficit de vitamina D en las mujeres se asocia a tasas bajas de embarazo y a complicaciones del Síndrome del Ovario Poliquístico (PCOS), una de las mayores causas de infertilidad femenina.
- No solo afecta a las mujeres. También en los hombres se ha relacionado los niveles correctos de vitamina D con una buena calidad de los espermatozoides y con un aumento de los niveles de testosterona.
Suplementos de vitamina D
Los niveles recomendados de vitamina D son entre 600 y 800 Unidades lnternacionales (UI), según la edad y las condiciones de cada persona.
Cuando el nivel de vitamina D es muy bajo y no se puede conseguir mediante la dieta o la exposición solar, hay suplementos alimenticios que ayudan a mantener los valores adecuados. ViDegyn® es una línea de complementos alimenticios para estados carenciales de vitamina D. Hay cuatro presentaciones según la cantidad de vitamina D3: 400 Ul, 800 Ul, 1600 Ul y 4000 Ul. Todos ellos contribuyen a mantener una función ósea y muscular adecuada, y participan en la función normal del sistema inmunitario.
Además, recientemente se ha comenzado a comercializar ViDegyn® Gotas, el cual presenta una concentración única de 400UI por gota y permite diferentes dosificaciones en función de la necesidad.
Durante el embarazo es el médico quien debe informar de un posible déficit de vitamina D mediante un simple análisis de sangre, y según el resultado recomendará los suplementos que más de adapten a cada situación