Sequedad vaginal
La sequedad vaginal es un síntoma de algunos problemas ginecológicos que no solo ocurre durante la menopausia, sino que puede aparecer a cualquier edad. Existen muchos factores o situaciones de nuestra vida cotidiana que pueden reducir la hidratación vaginal, como el estrés o el consumo de ciertos medicamentos.
¿Qué es la sequedad vaginal?
La vagina es un tejido mucoso, recubierto por un epitelio que lo protege. En condiciones normales la mucosa vaginal produce un fluido, llamado flujo vaginal que tiene una función hidratante y de barrera contra infecciones.
Según el momento del ciclo menstrual en que se encuentra una mujer, su flujo vaginal varía en composición, consistencia y volumen. Por ejemplo, durante los días de ovulación se secreta más flujo que justo antes y después de la menstruación. Su consistencia en los días más fértiles del ciclo suele recordar a la clara de huevo, clara y un poco densa. Estos cambios en la producción de flujo vaginal se deben a la variación en los niveles de hormonas, sobre todo de estrógenos, en cada etapa del ciclo menstrual.
De la misma forma, durante el embarazo, el postparto, la lactancia o la menopausia, los niveles de estrógenos son muy bajos, y por ello la producción de flujo vaginal es reducida lo que en algunas mujeres se ve acentuado pudiendo llegar a experimentar cierta sequedad vaginal.
Tomar ciertas medicaciones como anticonceptivos u otras medicaciones hormonales que también mantienen los niveles de estrógenos bajos, antihistamínicos, el estrés o ciertas infecciones pueden alterar el flujo vaginal normal produciendo sequedad vaginal.
¿Qué hacer si tengo sequedad vaginal?
La sequedad vaginal puede producir cierta incomodidad, irritación, picor y dolor, sobre todo durante las relaciones sexuales. Es importante que un ginecólogo haga una valoración profesional de estos síntomas y evalúe la causa (atrofia vulvovaginal, enfermedad, efecto medicamento…) para poner remedio.
Existe gran variedad de remedios para la sequedad vaginal. Los lubricantes únicamente incrementan la hidratación en el momento de la aplicación. Éstos están especialmente indicados para su uso durante las relaciones sexuales y así evitar la irritación minimizando la fricción.
Las cremas o geles hidratantes en cambio tienen un efecto más a largo plazo, ya que mejoran la hidratación de la mucosa vaginal y regulan su pH para evitar irritación e infecciones.
Finalmente, en situaciones de más severidad se puede complementar al uso de hidratantes, un tratamiento hormonal local o sistémico que revierta los efectos de la falta de estrógenos sobre la mucosa vaginal.
En Gynea contamos con Melagyn® Hidratante vaginal, un gel mucoadherente, no hormonal, que hidrata y favorece la recuperación de la flexibilidad y elasticidad de la mucosa vaginal.
Los buenos hábitos también ayudan a reducir la sequedad vaginal
Es recomendable asegurarse de mantener unas pautas de higiene íntima correctas para evitar o disminuir la sequedad vaginal
- Es conveniente evitar el uso de jabones agresivos, desodorantes o perfumesen la zona vulvovaginal que alteren el pH natural de la mucosa. Un producto adecuado, como Melagyn® Gel, proporciona efecto calmante antes las irritaciones y el picor que aparecen con la sequedad.
- Estar bien hidratando bebiendo suficiente agua es esencial. En este caso, la mucosa vaginal hidratada producirá una cantidad de flujo vaginal adecuada para mantener la vagina limpia y protegerla de infecciones, así como poder disfrutar de relaciones sexuales satisfactorias y saludables.
- Mantener una vida sexual activaes también muy recomendable para evitar la sequedad vaginal. Tener relaciones sexuales con una frecuencia sana mejora la vitalidad de la mucosa vaginal incrementando la circulación sanguínea y por tanto la hidratación vaginal.