Normalizar la menstruación para empoderar a la mujer

Cerca de un 52% de la población mundial femenina está en edad reproductiva. Todos los meses, el cuerpo de la mujer fértil se prepara para un posible embarazo. Si esto no ocurre, el útero se desprende de su recubrimiento, dando lugar al sangrado menstrual o menstruación.

Mitos sobre la menstruación

A nivel mundial, la manera en la que se percibe, se vive y se maneja la menstruación, puede ser muy diferente, pero en todas partes y en todas las culturas persisten mitos relacionados.

Por ejemplo, en 1920 se llevó a cabo un experimento donde mujeres con y sin menstruación cultivaban y manipulaban flores. Cuando las flores eran manipuladas por mujeres que tenían la regla se marchitaban, y en aquel momento se dijo que era por la secreción de unas sustancias tóxicas que llamaron “menotoxinas”.  Pero más adelante se demostró que las menotoxinas no existían. Por ello, y aunque pueda parecer una creencia antigua, en España todavía hay mujeres que consideran que la menstruación es un proceso de desintoxicación necesario.

Otra de las creencias comunes es que las mujeres cercanas tienden a sincronizar los ciclos menstruales. Aunque es cierto que en los años 70 se publicó un estudio que defendía esta hipótesis, la metodología resultó ser dudosa, y más tarde quedó ampliamente demostrado que la sincronización de ciclos menstruales no existe.

Como último ejemplo, mencionar que tradicionalmente se ha creído que durante la menstruación una mujer no puede quedarse embarazada, ya que a través del sangrado menstrual se libera el endometrio en el que se implantaría el óvulo fecundado. Pero lo cierto es que como los espermatozoides pueden vivir hasta cinco días dentro de la vagina, aunque sea menos probable, el embarazo durante la regla sí es posible.

El estigma del sangrado menstrual

Son muchas las religiones que, durante siglos, han extendido la creencia de que la menstruación debe vivirse con vergüenza y temor, o que es algo tóxico.

En la actualidad, el estigma de la menstruación todavía persiste y se sigue percibiendo como algo negativo, o que genera inseguridad a la mujer.

La percepción negativa sumada al tabú, hace que muchas mujeres gestionen su menstruación sin información, en secreto y sin las condiciones de higiene necesarias. Todo ello ha puesto en evidencia la necesidad de fomentar la positivización de la experiencia menstrual, para empezar a promocionar un cambio de actitud en la sociedad.

El derecho a la higiene menstrual

La mala gestión de la menstruación puede afectar a la salud y al bienestar psicosocial de las mujeres y niñas. Además de la información necesaria para manejar la menstruación de manera higiénica y segura, es esencial tener acceso a espacios privados, productos higiénicos seguros que absorban el sangrado vaginal, jabón y agua para lavarse las manos, e instalaciones para desechar los materiales usados, ​​o para secarlos si son reutilizables.

La higiene menstrual es esencial para la salud, la educación, la movilidad y la seguridad femenina, y debe ser considerada un derecho básico.

En resumen, la estigmatización del sangrado menstrual hace que en pleno siglo XXI, algo tan natural y saludable siga siendo un tema tabú, contribuyendo a que persistan los falsos mitos y repercutiendo en la salud y derechos de las mujeres.

Es necesario desestigmatizar la menstruación y reeducar a la sociedad con el objetivo de normalizar una situación fisiológica y natural.