Qué es el SIBO o Sobrecrecimiento bacteriano

El SIBO son las siglas inglesas para el sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado, un síndrome que, como su nombre indica, se caracteriza por una cantidad mayor de lo normal de bacterias en el intestino delgado, a pesar de que este tipo de bacterias se suelen encontrar en el intestino grueso.

¿Qué síntomas tiene el SIBO y qué lo causa?

– Alteraciones del tránsito intestinal.
– Hinchazón y distensión abdominal.
– Gases.
– Dolor abdominal.
– Acidez.
– Fatiga
– Diarrea o estreñimiento

En cuanto a las causas, hay diferentes motivos por los cuales se desarrolla el SIBO:

– Normalmente suele suceder cuando, en una cirugía abdominal, como un baipás gástrico y el cáncer de estómago, o en una enfermedad, como la de Crohn, la esclerodermia, la celiaquía o la diabetes, el paso de los alimentos en el aparato digestivo, especialmente en el intestino, se ralentiza haciendo que las bacterias se acumules en zonas poco frecuentes.

– También incluyen otras causas como algunos problemas estructurales en el intestino delgado.

– Además, existen factores potenciadores como el abuso de algunos fármacos como los antiácidos, los narcóticos o los antidiarreicos, entre otros.

¿Cómo se diagnostica el SIBO?

A pesar de que los síntomas pueden dar más de un diagnóstico, como las intolerancias o el colon irritable, cada vez más especialistas del aparato digestivo tienen en cuenta el SIBO como diagnóstico principal.

La prueba más común que se realiza para saber si padeces SIBO es lo que se conoce como prueba de aliento, una prueba que mide la cantidad de hidrógeno y metano que se exhala después de beber una mezcla de agua y glucosa y que, en caso de ser positivo, su resultado aparece en los 90 minutos que dura la prueba.

¿Cuál es el tratamiento del SIBO?

Uno de los tratamientos podría ser reparar con cirugía, pero en caso de no poder revertirse, se trabaja la reducción de estas bacterias a través de:

A través de antibiótico, como amoxicilina, rifaximina o ciprofloxacina o, en caso de tener alergia a los antibióticos, una dieta de nutrientes digeridos.

A través de una dieta libre de lactosa que repare las deficiencias nutricionales y complementada por suplementos nutricionales.

A través de probióticos, prebióticos y/o simbióticos que sustituyen la microbiota dañina por la buena.

¿Has notado alguno de los síntomas anteriormente comentados? No dudes en acudir a un especialista que pueda estudiar tu caso en particular, así como realizarte pruebas que lleven a término el diagnóstico correcto. Recuerda que cuanto antes se detecta el problema, antes se encontrará la solución.

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Algunas de las fuentes consultadas:

Mayo Clinic

Endocrino.cat